Autor: dagorret

  • Del desprecio al consenso: el aprendizaje constitucional de Milei

    Del desprecio al consenso: el aprendizaje constitucional de Milei

    Durante sus primeros meses de gobierno, Javier Milei encarnó una lógica política que chocaba con los valores esenciales de la Constitución.
    Su discurso de confrontación permanente, la descalificación a aliados y la desconfianza hacia el Congreso representaban una visión casi antipolítica del poder:
    la idea de que el cambio podía imponerse desde arriba, sin construir acuerdos ni reconocer límites institucionales.

    Sin embargo, la realidad económica y política fue implacable. Las dificultades para gobernar con minorías, los retrocesos legislativos y la pérdida de aliados lo obligaron a reconsiderar su estrategia.
    Milei parece comenzar a entender que la fortaleza del sistema no reside en la imposición, sino en el equilibrio de poderes y el diálogo:
    principios consagrados por la Constitución que había desdeñado.

    1. El límite constitucional al poder personalista

    La Constitución argentina, inspirada en el pensamiento liberal que Milei reivindica, no defiende el poder absoluto sino el gobierno limitado y consensual.
    El Presidente, al asumir, prometió respetarla, pero sus primeros actos —insultos a legisladores, desprecio por los partidos y tensiones con aliados— evidenciaron un rechazo práctico a ese pacto de convivencia.

    El intento de gobernar por decreto y la retórica contra el Congreso no fueron solo errores tácticos, sino señales de un
    desconocimiento del espíritu constitucional: la idea de que el poder se distribuye y se controla precisamente para evitar la arbitrariedad.

    2. La política como construcción, no como cruzada

    Milei descubrió que la realidad institucional argentina impone cooperación. Los “enemigos” que descalificaba resultaron ser los mismos actores con los que ahora necesita negociar para sostener la gobernabilidad.
    La práctica política, con sus acuerdos y concesiones, no contradice la pureza ideológica: la complementa.
    El pacto y la negociación son la manera en que una república canaliza los conflictos sin destruirse.

    El presidente empieza a aceptar que la confrontación constante desgasta y que reconstruir vínculos con el Congreso, los gobernadores y hasta con sectores sociales
    es una necesidad de Estado, no un gesto de debilidad.

    3. El giro pragmático

    El reciente acercamiento a figuras antes denostadas —aliados ocasionales, legisladores provinciales y parte del radicalismo— indica una revisión profunda.
    Ya no alcanza con la épica del outsider: gobernar exige articular mayorías, y eso implica escuchar, corregir y ceder.

    El cambio discursivo se traduce en gestos: menos insultos, más reuniones reservadas, mayor búsqueda de respaldo internacional y apertura a negociaciones con sectores productivos.

    4. El retorno a los valores de la Constitución

    Paradójicamente, este viraje puede devolver a Milei a las raíces del liberalismo político que siempre dice defender:

    • División de poderes
    • Respeto por el disenso
    • Negociación como instrumento republicano
    • Prudencia institucional frente a la improvisación

    El verdadero respeto por la Constitución no está en citar a Alberdi, sino en practicar su espíritu de equilibrio y diálogo.
    Si el Presidente consolida este aprendizaje, podría pasar de una política de conflicto permanente a una etapa de institucionalidad madura,
    donde la fuerza del gobierno provenga no del grito, sino del consenso.

    Conclusión

    La experiencia muestra que el liderazgo eficaz no se mide por cuántos adversarios se derrota, sino por cuántos acuerdos se construyen.
    Milei, tras meses de tensión y aislamiento, parece advertir que la Constitución no limita su poder: lo legitima.
    El desafío, de aquí en más, será transformar ese aprendizaje en política de Estado.

  • Prime Editing: la nueva generación de edición del genoma más precisa (avance MIT 2025)

    Prime Editing: la nueva generación de edición del genoma más precisa (avance MIT 2025)

    Investigadores del MIT presentaron vPE, una versión mejorada de prime editing que reduce drásticamente los errores de edición genética. Aquí explicamos qué es, qué lograron y por qué importa.

    ¿Qué es el prime editing?

    El prime editing es una técnica de “buscar y reemplazar” en el ADN. Utiliza una enzima Cas9 modificada (nickasa) que corta una sola hebra, un ARN guía extendido (pegRNA) que contiene la plantilla del cambio deseado, y una transcriptasa inversa que reescribe localmente la secuencia. Esto permite sustituir, insertar o eliminar fragmentos de ADN con más precisión y menos efectos colaterales que CRISPR clásico.

    Desarrollado en 2019 (Anzalone et al., Nature), el prime editing introdujo un método más seguro de edición genética al evitar romper completamente la doble hélice del ADN.

    El avance del MIT: vPE con menos errores

    En septiembre de 2025, científicos del MIT presentaron vPE (very precise prime editing), una versión que mejora la fidelidad del proceso. El estudio, publicado en Nature y liderado por Vikash P. Chauhan junto a Phillip A. Sharp y Robert Langer, demostró una reducción de errores de hasta 60 veces respecto a versiones previas.

    • Tasa de error estándar: 1 cada 101 ediciones.
    • Tasa de alta precisión: 1 cada 543 ediciones.
    • Modelo experimental: células humanas y de ratón.

    El equipo optimizó dos aspectos clave: mutaciones en Cas9 que suavizan el corte de hebra única, y un nuevo diseño de pegRNA que mejora la estabilidad y reduce inserciones erróneas.

    Por qué importa

    Reducir los errores colaterales (“off-targets”) es fundamental para acercar la edición génica a la práctica médica. Un editor más preciso significa menos riesgo de mutaciones indeseadas, mayor seguridad en terapias génicas y mayor eficiencia en investigación biomédica. Este avance podría aplicarse en enfermedades hereditarias monogénicas, edición de células ex vivo y modelos animales.

    Limitaciones y próximos pasos

    • Aún no se ha probado en humanos: los resultados provienen de estudios en laboratorio.
    • El principal reto es la entrega del sistema a tejidos específicos mediante vectores seguros.
    • También se debe evaluar la seguridad inmunológica y la persistencia de la edición a largo plazo.

    El MIT planea seguir perfeccionando la eficiencia del editor y su aplicabilidad en terapias génicas experimentales.

    Referencias

    1. Anzalone et al., 2019. “Search-and-replace genome editing without double-strand breaks” (Nature)
    2. Chauhan et al., 2025. “Engineered prime editors with minimal genomic errors” (Nature)
    3. MIT News: “A more precise way to edit the genome” (2025)
    4. EurekAlert: “MIT researchers find a more precise way to edit the genome” (2025)
  • De la libreta del almacén al smartphone: tres generaciones argentinas en transformación

    De la libreta del almacén al smartphone: tres generaciones argentinas en transformación

    Este artículo expande el análisis publicado en “Tres generaciones frente al espejo (60‑80, 80‑2000 y 2000 en adelante)” y en su versión latinoamericana “Generaciones latinoamericanas: entre la dictadura, la deuda y la digitalización”. Esta vez, el foco es exclusivamente argentino.

    Introducción

    Hablar de generaciones en Argentina es hablar de sobrevivientes culturales. Cada cohorte creció con reglas distintas, promesas diferentes y crisis que a veces parecían calcadas. En un país donde lo que hoy vale mañana no —literalmente—, el tiempo no solo se vive: se rema.

    Este artículo retrata cómo tres generaciones vivieron los cambios más profundos del país desde los años 60 hasta hoy, atravesando dictaduras, hiperinflación, colapsos financieros, recuperaciones fallidas, avances digitales y cambios culturales vertiginosos.


    Generación 1960–1980: del deber cívico al desengaño

    ¿Qué vivieron?

    Esta generación fue testigo de algunos de los momentos más crudos del siglo XX argentino:

    • Dictadura militar (1976–1983): censura, desapariciones, persecución ideológica, miedo estructural.
    • El Rodrigazo (1975): explosión inflacionaria que destruyó salarios y marcó un antes y un después en la clase media.
    • Malvinas (1982): una guerra absurda que dejó cicatrices en miles de familias.
    • La vuelta a la democracia (1983) con Alfonsín trajo esperanza… pero también hiperinflación.

    Vieron morir los grandes relatos: el sueño del peronismo industrialista, la confianza en el ejército como institución rectora, el progreso social por medio del esfuerzo.

    Valores y visión de vida

    Su vida se regía por el deber: trabajo estable, casa propia, familia formada joven. Se respetaba la figura del médico, del maestro, del político. Y se confiaba —a veces ciegamente— en la autoridad.

    Muchos lograron comprar su casa, entrar al Estado, tener vacaciones regulares. Pero otros quedaron golpeados por las crisis recurrentes, la deuda y la violencia.

    Educación y trabajo

    Estudiar era un salto social, especialmente en la universidad pública gratuita y masiva. Esta generación vivió los cierres de universidades en dictadura, pero también la explosión universitaria post-83.

    El empleo ideal era estatal, bancario o sindicalizado. La estabilidad era la meta. Un trabajo de 30 años en el mismo lugar era símbolo de éxito.


    Generación 1980–2000: del uno a uno al corralito

    ¿Qué vivieron?

    Esta generación nació en democracia. Muchos fueron los hijos del retorno con Alfonsín. Crecieron con la promesa de la modernidad neoliberal de los 90: privatizaciones, dólar uno a uno, celulares, cable, internet, shopping centers.

    Pero también vieron cómo ese modelo explotaba en mil pedazos:

    • Hiperinflación del ’89: billetes sin valor, góndolas vacías.
    • Crisis del 2001: corralito, represión, cacerolazos, 5 presidentes en una semana.
    • Desempleo y pobreza estructural: familias enteras cayendo a la informalidad.

    Valores y visión de vida

    Crecieron escuchando que “si te esforzás, llegás”. Pero muchos descubrieron que eso no siempre alcanzaba. La meritocracia empezó a ser puesta en duda.

    Se formaron con valores más abiertos: feminismo incipiente, diversidad sexual, crítica al adultocentrismo. Aprendieron a desconfiar del Estado, pero también a dudar del mercado.

    La política pasó de ser una decepción a un lugar de recuperación simbólica con la llegada del kirchnerismo: Néstor, Cristina, la épica de los derechos humanos, el regreso del Estado.

    Educación y trabajo

    Muchos accedieron a la universidad pública por primera vez en sus familias. Programas como las becas PROGRESAR o planes de inclusión educativa (como Conectar Igualdad) les dieron nuevas herramientas.

    Pero también sufrieron precarización laboral: changas, contratos temporales, telemarketing, economía informal. Ser profesional no garantizaba estabilidad.

    Muchos se vieron forzados a emigrar (España, Italia, más tarde Chile o México) buscando lo que el país no ofrecía: previsibilidad.


    Generación 2000 en adelante: del Conectar Igualdad al TikTok laboral

    ¿Qué viven?

    Nacieron después del 2001. No vivieron la explosión, pero crecieron con sus consecuencias. Desde chiques vieron:

    • El auge del kirchnerismo y luego el giro neoliberal con Macri.
    • Programas como Conectar Igualdad, que les dio notebooks en la secundaria.
    • La pandemia, que les encerró justo en la etapa más formativa.
    • El cepo, la inflación, el dólar blue, el salario que no alcanza, la jubilación que no llega.

    Y todo esto mientras veían en Instagram cómo viven jóvenes en Europa, Canadá o Australia. La comparación es inevitable.

    Valores y visión de vida

    No creen en las estructuras. Se identifican con causas: feminismo, ambientalismo, salud mental, LGBTIQ+, derechos digitales.

    Tienen una identidad múltiple: gamer, influencer, freelancer, estudiante, militante, artista, todo a la vez. Desconfían de las instituciones, pero tienen una mirada más empática y horizontal.

    Quieren autenticidad, libertad, calidad de vida. No buscan el “trabajo fijo” sino algo que tenga sentido y no les robe el alma.

    Educación y trabajo

    Aprenden más en YouTube que en el aula. Valoran el conocimiento práctico, rápido, aplicable. Muchos cursan la secundaria mientras editan videos o manejan redes.

    No esperan trabajar de lo que estudian, sino en lo que puedan monetizar. Buscan independencia: vender por TikTok, programar desde casa, editar para otros países, vivir de su creatividad.

    Pero están angustiados: la ansiedad, la depresión, el futuro incierto son moneda corriente. Saben que el país cambia cada 4 años, que el dólar puede duplicarse en 3 meses, que su esfuerzo no siempre alcanza.


    Comparación rápida

    DimensiónGen. 60–80Gen. 80–2000Gen. 2000+
    Régimen político baseDictadura y transición democráticaDemocracia inestableDemocracia frágil e hiperexpuesta
    Crisis que marcaronRodrigazo, Hiperinflación, MalvinasHiperinflación, 2001Pandemia, inflación crónica, desconfianza
    Relación con la educaciónClásica, escalera socialMasiva, pública, meritocráticaFragmentada, mixta, online
    Trabajo idealEstado o fábricaFormal, pero cambianteAutónomo, creativo, remoto
    TecnologíaTelevisión, teléfono fijoInternet, celular, cableSmartphone, redes, inteligencia artificial
    Salud y bienestar“No enfermarse”Gimnasio, dietas, medicina prepagaTerapia, apps, salud mental, comida consciente
  • Silenciar logs de `radvd` en MikroTik: causa, teoría y solución práctica

    1. Contexto del problema

    En entornos con IPv6 habilitado, los routers MikroTik ejecutan el Router Advertisement Daemon (radvd) para enviar y recibir anuncios de red (RA, Router Advertisements) en las interfaces configuradas. Estos mensajes permiten a los equipos descubrir automáticamente parámetros de red IPv6, como prefijos, puertas de enlace y MTU.

    Cuando otro dispositivo de la red (por ejemplo, un servidor Linux o contenedor Docker con IPv6 activo) emite RA con valores no estándar, el MikroTik los registra como advertencias. Un ejemplo típico es:

    radvd,warning invalid mtu 4478 on ether1 from fe80::200:5eff:fe00:201
    

    Interpretación técnica

    • radvd, warning → el proceso radvd detectó un anuncio no conforme.
    • invalid mtu 4478 → el campo MTU anunciado excede el máximo permitido para Ethernet (1500 bytes).
    • from fe80::200:5eff:fe00:201 → dirección IPv6 de enlace local del emisor.

    Este mensaje no indica una falla funcional, pero genera ruido en el log, especialmente si se repite con frecuencia.


    2. Causa del problema

    2.1. Desde el punto de vista teórico

    El protocolo ICMPv6 Router Advertisement (RA) define que los routers pueden anunciar parámetros de la red, entre ellos el MTU recomendado. Los clientes deberían adoptar dicho valor, pero algunos dispositivos o stacks IPv6 (como contenedores o bridges virtuales) publican MTU no válidos.

    MikroTik valida esos parámetros según el estándar RFC 4861 y reporta cualquier inconsistencia, de ahí el log de warning.

    2.2. Desde el punto de vista práctico

    El mensaje se produce porque otro host —por ejemplo, una máquina Ubuntu con Docker y IPv6 habilitado— está emitiendo RA con un MTU mayor al permitido. MikroTik lo detecta y lo informa, aunque el paquete se descarta.

    El problema no afecta el funcionamiento normal de IPv6 ni del router, pero puede saturar el registro de eventos.


    3. Solución: filtrar los mensajes radvd

    3.1. Enfoque teórico

    El subsistema de logging de RouterOS permite asociar topics (temas) a actions (acciones). Cada mensaje generado por un servicio, como radvd, puede redirigirse, limitarse o descartarse según las reglas de logging configuradas.

    3.2. Solución práctica

    Opción 1 — Usar la acción interna discard

    En versiones recientes de RouterOS (7.x en adelante):

    /system logging add topics=radvd action=discard
    

    👉 Esto descarta todos los mensajes del tema radvd sin registrarlos en memoria ni en syslog.

    Está opción la publique pero tiene que ver cómo se hace la opción 2. Que la cree con el nombre discard.

    La solución única propuesta es la 2.

    Esta opción se muestra solo con fines históricos.

    En las versiones actuales de RouterOS no existe una acción interna llamada discard. Por eso, la solución recomendada y única es la Opción 2 (crear una acción personalizada, que incluso podés llamar “discard” para mantener la coherencia).

    Opción 2 — Crear una acción personalizada y asociarla

    Para versiones que no soportan discard, se puede crear una acción vacía:

    /system logging action add name=none target=memory memory-lines=1
    /system logging add topics=radvd action=none
    

    ✅ Con esto, los mensajes radvd se almacenan en una memoria de una sola línea, que se sobrescribe, evitando acumulación en los logs.

    Verificación

    /system logging print
    /log print where topics~"radvd"
    

    No deberían aparecer nuevas entradas con radvd.


    4. Alternativas adicionales

    Desactivar recepción de RA

    Si el router no debe recibir anuncios IPv6:

    /ipv6 settings set accept-router-advertisements=no
    

    Desactivar publicidad RA por interfaz

    Si no debe anunciar prefijos:

    /interface ipv6 set ether1 advertise=no
    

    Identificar el origen del anuncio inválido

    Si se desea encontrar el dispositivo que genera el mensaje:

    /tool sniffer quick interface=ether1 ip-protocol=icmpv6
    

    Luego analizar las direcciones de origen con:

    /tool sniffer packet print
    

    5. Conclusión

    Los mensajes radvd, warning invalid mtu se originan por anuncios IPv6 incorrectos provenientes de otros dispositivos. Aunque no afectan la operación del router, ensucian los logs y consumen recursos de registro.

    La solución más eficaz es filtrarlos mediante una regla de logging, utilizando la acción discard o una acción personalizada none.

    Desde el punto de vista teórico, esto se justifica porque el evento no representa una condición anómala de red relevante, sino un simple aviso de cumplimiento de estándar. Desde el punto de vista práctico, mejora la limpieza del log y evita la pérdida de eventos más importantes.


    Resumen

    • El mensaje proviene del daemon radvd (Router Advertisement IPv6).
    • Causa: anuncios con MTU inválido desde otro host.
    • Solución: filtrar o descartar el topic radvd mediante reglas de logging.
    • Efecto: logs más limpios, sin afectar el tráfico ni la conectividad IPv6.
  • Argentina, EE. UU. y un giro de época: qué hay detrás del “rescate”, qué puede dejar y por qué importa para Occidente

    Argentina, EE. UU. y un giro de época: qué hay detrás del “rescate”, qué puede dejar y por qué importa para Occidente

    “El Tesoro de Estados Unidos está preparado… para tomar las medidas excepcionales que sean necesarias para estabilizar los mercados.”

    Este artículo integra tres piezas periodísticas recientes sobre el apoyo financiero de EE. UU. a la Argentina, un repaso de contexto geopolítico y un pronóstico optimista (sí, optimista pero crítico) sobre lo que podría quedar —aun si Milei pierde— en materia de cultura cívica y orden institucional. Incluye además un apartado sobre Medio Oriente y una reflexión sobre la incoherencia de ciertas izquierdas al relativizar autoritarismos.


    I) Sinopsis y citas breves

    Telemundo (EFE) informó que EE. UU. compró pesos argentinos y cerró un swap por US$ 20.000 millones con el BCRA, tras reuniones en Washington. Lo califican como un movimiento inusual para un aliado en problemas de liquidez; el anuncio vino con agradecimientos de Milei a Bessent y Trump, y subas de bonos/acciones en Argentina.

    “Estados Unidos compró directamente pesos argentinos… y finalizó un marco de intercambio de divisas por 20.000 millones.”

    El País remarca que el salvavidas llega en la recta final de las legislativas, que la depreciación del peso fue fuerte en 2025 y que la compra directa de pesos y el swap apuntan a estabilizar. Lo describe como medida extraordinaria que EE. UU. ha usado muy pocas veces desde 1996.

    “Se trata de una medida extraordinaria, que Estados Unidos ya ha realizado en cuatro ocasiones desde 1996.”

    BBC Mundo (vía republicaciones) detalló que el paquete contemplaba además compra de bonos y posible uso del Exchange Stabilization Fund. (Compárese con AP, Washington Post y Reuters, que confirman el núcleo: compra de pesos y swap por US$ 20.000 millones).


    II) Lo que significa el movimiento EE. UU.–Argentina (más allá del titular)

    1. Intervención rara, con timing político
      La compra de moneda local por un tercero soberano es excepcional y, en este caso, ocurre cerca de comicios legislativos. El efecto mercado fue inmediato (rally de bonos/acciones), pero la discusión sobre su motivación (técnica vs política) es legítima.
    2. Señal geopolítica
      En la competencia con China en América Latina, think tanks y analistas vienen reclamando una estrategia hemisférica más firme de EE. UU. (insulate-curtail-compete) y muestran cómo la presencia global de EE. UU. se reconfigura. El apoyo a Argentina encaja con ese reposicionamiento.
    3. No es gratis en términos de gobernanza
      Aunque Bessent enfatizó que “no es un rescate”, la línea usa instrumentos como el ESF y supone coordinación con el FMI y compromisos implícitos de política. La señal premia un sendero de orden fiscal/monetario, pero ata expectativas de consistencia macro y reformas.

    “Bessent… defendió que solo EE. UU. puede actuar con rapidez.”


    III) ¿Puede quedar algo “socialmente necesario” aunque Milei pierda?

    Mi tesis es clara: si baja la tolerancia a la corrupción y se ordenan incentivos, la sociedad gana a largo plazo, gobierne quien gobierne. Un optimismo condicional tiene base si ocurren tres cosas:

    Institucionalizar controles (compras públicas abiertas, auditorías, trazabilidad del gasto). Si queda como cultura política, otros gobiernos tendrán que respetarlo.

    Ampliar la ética republicana a partidos que hoy son opositores: rendición de cuentas y evaluación de políticas como “nuevo sentido común”.

    Blindar el equilibrio social: si el ajuste destruye capital humano (educación/salud), el rebote puede ser efímero.

    En lo social, el expediente Milei es mixto. Hubo vetos duros en pensiones (7,2% de aumento extraordinario rechazado) y choques con universidades; al mismo tiempo, UNICEF y prensa económica registraron mejoras en indicadores de pobreza infantil en 2025 (con cautela metodológica).

    “Milei… impuso su veto a la ley que ordenaba un aumento ‘excepcional y de emergencia’ en las pensiones.”

    En industria, la UIA mostró un rebote puntual a inicios de 2025 tras 18 meses de caída, pero luego reportes marcaron debilidad y cautela empresaria. (Señal de que el “orden macro” todavía no se tradujo en tracción productiva sostenida).

    En educación, el tanque de datos Argentinos por la Educación exhibe una recuperación presupuestaria marginal en 2025 frente a un 2024 muy contractivo —todavía por debajo de niveles previos—: alerta sobre el riesgo de descapitalizar el sistema.

    Balance honesto: si el legado es menos discrecionalidad y más transparencia medible, la “huella” socialmente necesaria puede perdurar aunque Milei pierda. Si no, el péndulo volverá con más cinismo.


    IV) Occidente y la necesidad de fortaleza (con Medio Oriente en el centro)

    El alto el fuego Israel–Hamas entró en una primera fase con intercambio de rehenes y retirada parcial; el texto habla de un esfuerzo por aliviar el hambre en Gaza y de una ventana para negociación más amplia. Es una oportunidad frágil: requiere cumplimiento pleno y arquitectura de seguridad creíble.

    “El acuerdo… pretende aumentar la ayuda a una Gaza asolada por el hambre.”

    Traducción práctica:

    Durante dos años, la guerra desestabilizó la región (frentes con Hezbollah, Yemen, Irán) y erosionó el consenso internacional; la ONU llegó a reclamar cese inmediato y permanente, con votaciones abrumadoras en Asamblea. La coherencia occidental —derecho internacional y protección de civiles— es condición para recuperar legitimidad.

    Diplomacia dura + ayuda masiva bajo estándares de DIH.

    Condicionalidad para actores locales que violen derechos.

    Coaliciones con aliados democráticos (incluida América Latina) que respalden libertad de prensa, pluralismo y rendición de cuentas —no solo “alineamiento” militar.

    Afirmar valores no excluye reconocer errores: es un activo estratégico, no un eslogan.


    V) La competencia EE. UU.–China y por qué toca a Argentina

    Informes (CSIS, CFR, Elcano) insisten en que EE. UU. necesita reconstruir presencia en la región para competir con China en infraestructura, tecnología, finanzas y datos. De ahí la importancia de aliados con reglas claras, control anticorrupción, y estabilidad jurídica. El apoyo a Argentina cuadra en esa disputa de poder.

    “Una estrategia… debe aislar, restringir y competir con la influencia china en ALC.”


    VI) Sobre la incoherencia ante autoritarismos

    Mi señalamiento apunta a un problema real: dobles raseros. Hay regímenes (no “pueblos” ni “regiones”) con patrones sistemáticos de represión:

    Nicaragua: desapariciones forzadas, persecución, control total del Estado, según ONU y HRW.

    Cuba: detenciones arbitrarias persistentes; presos de conciencia re-encarcelados en 2025 (Amnistía / HRW).

    Rusia: censura bélica y penas desproporcionadas contra disidencia (HRW, prensa internacional).

    China: persistencia de represión y cierre de espacios cívicos, denuncias sostenidas en foros internacionales (HRW/Amnistía).

    “El Gobierno [de Nicaragua] ha desmantelado los últimos contrapesos al poder, mediante graves violaciones.” (ONU)

    Llamar a esto “autoritarismos amigos” según conveniencia ideológica debilita cualquier causa progresista genuina. Una izquierda democrática coherente (y una derecha liberal honesta) deberían sostener libertades civiles y derechos humanos siempre, sin atajos.


    VII) Un pronóstico positivo (condicional, pero posible)

    1. Legado institucional
      Si de este ciclo queda una baja tolerancia a la corrupción, mejores controles de gasto y evaluación ex post, Argentina puede madurar políticamente. El voto futuro (sea cual sea) castigará el clientelismo visible.
    2. Macroeconomía y tejido social
      Ordenar precios y déficit es condición necesaria; no suficiente. Si el Estado se profesionaliza y prioriza (pobreza infantil, alfabetización, salud primaria), el capital social resiste el ajuste. (Ojo con educación: señales ambivalentes y riesgo de subinversión).
    3. Occidente con músculo y principios
      La competencia sistémica exige algo más que sanciones: credibilidad. Medio Oriente ofrece la prueba: cese al fuego, ayuda, reconstrucción y institucionalidad o no habrá paz sostenible.
    4. América Latina con voz propia
      Una Argentina que se ordena y crece (con industria, PyMEs, ciencia) puede codiseñar reglas con Occidente y no quedar como periferia extractiva. Ese es el antídoto contra cualquier dependencia —venga de Washington, Pekín o Moscú.

    Fuentes:

    Telemundo/EFE: compra de pesos y swap por US$ 20.000 millones.

    El País: carácter “extraordinario” de la intervención y detalles del anuncio.

    AP / Washington Post / Reuters: confirmaciones y contexto del paquete.

    CSIS / CFR / Elcano: estrategia de EE. UU. en ALC y presencia global.

    Reuters / The Guardian / Sky News: alto el fuego inicial en Gaza y ayuda humanitaria.

    UIA / Infobae / Argentinos por la Educación: industria y educación.

    EFE: veto a aumentos de pensiones.

    ONU / HRW / Amnistía: deterioros de DD. HH. en regímenes autoritarios.


    Cierre

    Si Argentina aprovecha el envión externo para ordenar con reglas, proteger su capital humano y jugar en equipo con democracias que respalden libertades y Estado de derecho, hay razones para un optimismo lúcido. No por fe en líderes, sino por instituciones que queden después de ellos.

  • Generaciones latinoamericanas: entre la dictadura, la deuda y la digitalización

    Generaciones latinoamericanas: entre la dictadura, la deuda y la digitalización

    Referencia: este artículo amplía el enfoque del artículo original “Tres generaciones frente al espejo (60‑80, 80‑2000 y 2000 en adelante)”, situándolo en el contexto histórico y social de América Latina.

    Introducción

    En América Latina, el paso del tiempo no es solo cronológico, es convulsivo. Cada generación ha vivido no solo una época diferente, sino una forma radicalmente distinta de entender la vida, la autoridad, el futuro. Desde dictaduras brutales hasta la hiperconectividad, pasando por hiperinflaciones, reformas estructurales, estallidos sociales y migraciones masivas, las trayectorias vitales de quienes nacieron entre 1960 y 2000 están marcadas por crisis… y por reinvención.

    Este artículo adapta el marco generacional planteado previamente —dividido en tres bloques: 1960–1980, 1980–2000, 2000 en adelante— y lo aplica al terreno específico de América Latina, donde el contexto da forma a la identidad de forma más abrupta que en otras regiones.


    Generación 1960–1980: del orden autoritario a la transición democrática

    ¿Qué vivieron?

    En muchos países latinoamericanos esta generación creció bajo regímenes militares: Argentina (1976-1983), Chile (1973-1990), Uruguay (1973-1985), Brasil (1964-1985). Vivieron la represión ideológica, el miedo como norma, y también las contradicciones de un sistema que ofrecía estabilidad económica a cambio de silencio.

    También conocieron el boom de las ciudades, la modernización industrial y la consolidación del consumo masivo. Pero más adelante les tocó la caída: la deuda externa, el ajuste del FMI, las hiperinflaciones (Argentina 1989, Perú 1990, Bolivia 1985).

    Su visión de la vida

    La vida era sobrevivir. Y si se podía, progresar. Se valoraba la obediencia, la autoridad, el trabajo formal, el ascenso social por mérito o esfuerzo. La política era algo de lo que muchos preferían no hablar — o se hablaba en voz baja.

    Salud y alimentación

    Se comía lo que había, con poco discurso nutricional. El sistema de salud dependía del país, pero en muchos casos era precario o muy centralizado. Lo físico se cuidaba poco. El bienestar mental no existía como concepto.

    Educación y trabajo

    El acceso a la universidad era limitado y muchas veces politizado o controlado. El trabajo era sinónimo de estabilidad si se conseguía en el Estado, en una fábrica o en un banco. Se valoraban los empleos “con recibo”, y jubilarse en el mismo lugar era símbolo de haber “llegado”.


    Generación 1980–2000: democracia, neoliberalismo y conexión global

    ¿Qué vivieron?

    Crecieron en la transición democrática, pero también en el neoliberalismo. En Argentina vieron privatizaciones, “el uno a uno”, y luego el colapso del 2001. En otros países, reformas estructurales, ajuste y nuevas formas de exclusión social.

    Vivieron los primeros cacerolazos, saqueos, crisis institucionales, el auge del narcotráfico en algunos países, y el retorno de discursos de izquierda o populistas como respuesta.

    Pero también se conectaron al mundo: MTV, internet dial-up, globalización, McDonald’s en cada ciudad y cultura pop estadounidense como referente.

    Su visión de la vida

    Quisieron salir del modelo rígido. Apostaron por el emprendimiento, la individualidad, la expresión. La política volvió a estar en la mesa, pero con escepticismo. El futuro ya no era lineal ni seguro.

    Salud y alimentación

    Empezó a hablarse de “hacer ejercicio”, de “comer bien”, de “estrés”. Muchos crecieron comiendo ultraprocesados, gaseosas y golosinas baratas. Al llegar a la adultez se volcaron al gimnasio, a las dietas, o al veganismo.

    La salud mental seguía siendo tabú, aunque ya aparecían las primeras señales de alarma: pánico, depresión, consumo problemático.

    Educación y trabajo

    Fueron a la universidad en masa, pero muchos descubrieron que tener un título no garantizaba nada. Trabajaron en call centers, delivery, o emigraron. El trabajo formal dejó de ser una certeza.

    El “primer empleo” ya no era en una empresa para toda la vida. La precarización era evidente, pero también la libertad de moverse, aprender, reinventarse.


    Generación 2000 en adelante: nativos de la crisis, hijos del algoritmo

    ¿Qué viven?

    Esta generación no conoció otra cosa que la incertidumbre estructural. Nacieron entre crisis, pandemia, cambio climático, TikTok y caos económico. En algunos países, también bajo nuevas oleadas autoritarias (como en Nicaragua o Venezuela).

    Viven la vida online: educación por Zoom, amigos por Discord, juegos por Twitch, activismo por Instagram. No le creen a nadie porque vieron demasiadas caídas.

    Ven cómo sus padres trabajan como freelancers, se endeudan o luchan para pagar el alquiler. En muchos casos viven con los abuelos o padres hasta pasados los 25.

    Su visión de la vida

    Quieren sentido. No quieren patrones ni estructuras. Buscan pertenecer, pero sin ataduras. Aspiran a experiencias, a salud mental, a una vida con propósito. Y, si es posible, ganar dinero desde su cuarto.

    No creen en las instituciones: ni política, ni iglesia, ni empresa. Creen en los pares, en lo colaborativo, en lo autogestivo.

    Salud y alimentación

    Cuidan lo que comen, pero también se agobian por eso. Van a terapia desde los 13, usan apps para meditar, y tienen conciencia ecológica. La ansiedad y la depresión son moneda corriente.

    Saben que la salud es integral, pero están expuestos a estándares estéticos imposibles y a una industria del bienestar que también exige demasiado.

    Educación y trabajo

    Aprenden más en YouTube que en la escuela. No esperan que la universidad los salve, aunque muchos igual intentan entrar. Valoran los cursos, bootcamps, influencers que enseñan cosas útiles.

    Quieren trabajar con propósito. Y si no lo encuentran, al menos con libertad. No quieren jefes ni horarios. Pero se enfrentan a un mercado que exige mucho y paga poco.


    Conclusión: entre la lucha, la adaptación y el algoritmo

    Estas tres generaciones latinoamericanas no solo son reflejo del cambio global, sino producto de una historia más cruda, más desigual, más intensa. En pocos años pasamos de la libreta del almacén al QR, del gol de Maradona al trending topic, del blackout informativo a la saturación digital.

    Cada generación, a su modo, hizo lo que pudo. Y eso —en esta región del mundo— ya es mucho.

  • Tres generaciones frente al espejo: (60‑80), (80‑2000) y (2000 en adelante)

    Tres generaciones frente al espejo: (60‑80), (80‑2000) y (2000 en adelante)

    Tres generaciones frente al espejo: (60‑80), (80‑2000) y (2000 en adelante)

    Cuando uno mira una vida humana a través del lente generacional, descubre que cada cohorte no solo experimenta una “época”, sino que también le imprime a esa época su huella, y luego deja legados — valores, estructuras, utopías o temores — que influyen en quienes vienen después. A continuación, exploro con detalle tres generaciones: quienes nacieron entre 1960 y 1980 (o se formaron mayormente en esos años), quienes vivieron su juventud entre 1980 y 2000, y quienes nacieron después del 2000, hasta ahora.

    Dividir generaciones no es una ciencia exacta: hay solapamientos, “cuspers” (personas que están justo en el límite), pero el ejercicio sirve para observar tendencias. SpringerLink+1

    Describo cada generación según:

    1. Contexto histórico / experiencias vividas
    2. Concepción de vida, valores centrales
    3. Sociabilidad y afectos
    4. Relación con la ciencia, la tecnología y el conocimiento
    5. Actitudes hacia nutrición, salud, cuerpo
    6. Estudio, trabajo y economía
    7. Lo que dejaron como legado y sus tensiones internas

    1. Generación “60‑80” (o quienes vivieron su juventud entre esos años)

    1.1 Contexto histórico y experiencias

    Para quienes nacieron en los 60, 70 (o educativamente se formaron allí), el mundo era de transición: salidas de dictaduras (en muchos países latinoamericanos), tensiones de la Guerra Fría, luchas sociales por derechos civiles, derechos de género, movimientos estudiantiles, etc. Vivieron un mundo en que el cambio político era dramático, donde la censura, la opresión política, la movilización social eran comunes.

    También fueron testigos del nacimiento de la tecnología masiva: la expansión de la televisión, el cine en colores, los electrodomésticos que transformaban la vida diaria (lavadoras, refrigeradores más asequibles), el surgimiento de la informática básica (mainframes, luego microcomputadoras). En muchos lugares, aún había amplios sectores rurales o semi‑rurales con dificultades de infraestructura.

    La transición analógica → digital empezó en su adultez: muchas innovaciones las vieron como “lo nuevo”, no como “nativas”.

    1.2 Concepción de vida y valores dominantes

    Para esta generación, la vida tenía un orden: infancia, adolescencia, formación, trabajo fijo, matrimonio, hijos, jubilación. La progresión era lineal y normativa. El “deber” era palabra central: había expectativas claras de rol (hombre proveedor, mujer cuidadora — aunque eso empezó a cuestionarse con los movimientos feministas). Había una adhesión al ideal de progreso: más casa, más autos, más seguridad.

    El futuro se concebía como algo que podía planearse: ahorrar poco a poco, progresar en la escala social, asegurar estabilidad. Muchas frustraciones vinieron cuando ese ideal no se cumplió: crisis económicas, inflación, deudas, desempleo.

    Su horizonte espiritual o ético (cuando existía) tendía hacia el compromiso social (según la inclinación individual): evangelismo, conciencia social, política partidaria.

    1.3 Sociabilidad y vínculos afectivos

    La sociabilidad era presencial. Los encuentros eran físicos: asambleas barriales, clubes, reuniones familiares, iglesias, vecindarios. Las comunicaciones eran por carta, llamada fija, encuentros. El “tiempo libre” tenía una dimensión compartida: ir al cine, caminar, conversar, tertulias, radio, lectura.

    El vínculo interpersonal tenía mayor densidad: los amigos eran vecinos, compañeros de colegio o de barrio. La lealtad duraba décadas. La amistad era “cara a cara”.

    Cuando la migración interna o externa (urbana, ciudades grandes) empezó a trasladar gente, hubo rupturas de redes que presionaron emocionalmente.

    1.4 Relación con la ciencia, tecnología y conocimiento

    Para ellos, el conocimiento científico era algo respetable, incluso aspiracional. Ver que el hombre llegó a la Luna (1969) resultó un símbolo de que “todo es posible con ciencia”. Las vacunas, los avances médicos, la farmacología eran depositarios de confianza — aunque también aparecieron críticas conforme los costos y las corporaciones crecieron.

    La tecnología les parecía útil, progresiva, respetable. Pero también muchas veces distante: no todos pudieron “subirse” fácilmente al tren digital. Había temor, analfabetismo tecnológico, resistencia al cambio.

    Respecto al conocimiento, el profesor, la universidad, los libros eran autoridad. Aprender era un tránsito lineal: ingresar, graduarse, aplicar.

    1.5 Nutrición, salud y cuerpo

    Durante décadas predominaron patrones alimenticios tradicionales: comidas caseras, porciones grandes, poca conciencia sobre grasas saturadas, azúcares ocultos, aditivos, higiene nutricional. No se hablaba de “dieta keto”, “gluten free”, “ayuno intermitente”. Se confiaba en el médico general, en la autoridad sanitaria.

    La idea de salud era “no estar enfermo”. Cuidar el cuerpo no era central salvo en deportes recreativos o actividades físicas ocasionales. Las enfermedades crónicas empezaron a emerger con el tiempo (diabetes, hipertensión). Pero la prevención no era cultura masiva.

    Cuando empezó el acceso a gimnasios, dietas y conciencia estética (al final de ese periodo), nació un choque con hábitos previos.

    1.6 Estudio, trabajo y economía

    Para muchos, estudiar era privilegio: no todos accedían a niveles superiores. La educación superior selectiva garantizaba movilidad social, un título era un pasaporte al empleo estable. Las carreras universitarias tradicionales (abogacía, medicina, ingeniería) eran consideradas seguras.

    El trabajo solía ser “para siempre”. Muchos entraron a empresas estatales, compañías grandes, organizaciones con escalafón y carrera interna. Era común permanecer décadas en el mismo puesto. La lealtad empresa‑empleado fue (o aspiró a ser) reciprocidad.

    El empleo formal, la seguridad laboral, las jubilaciones eran aspiraciones fundamentales — aunque muchas promesas no se cumplieron o se volvieron frágiles con crisis económicas.

    La economía estaba marcada por inflación, devaluaciones, crisis recurrentes. Muchos vieron quebrar empresas, perder trabajos de toda la vida, experimentar recesiones profundas.

    1.7 Legado y tensiones internas

    Legados:

    • Institucionalidad más robusta (aunque incompleta): colegios, universidades, sistemas de salud, redes de servicios públicos, infraestructuras que otros usarían.
    • Cultura del esfuerzo, del sacrificio como valor, del deber cumplido.
    • Generaciones que enseñaron resiliencia frente a la adversidad (dictaduras, crisis).
    • Una base de valores colectivos (familia, comunidad, solidaridad en crisis).

    Tensiones internas:

    • Legitimidad del sistema: muchos perdieron fe en que el progreso lineal les daría lo prometido.
    • Rigidez generacional: estructuras jerárquicas, roles de género, poca flexibilidad.
    • Fracturas en la transmisión cultural: los jóvenes empezaron a cuestionar lo que los adultos daban por sentado.
    • Crisis del contrato social: el empleo estable dejó de ser viable, los beneficios sociales llegaron a ser precarios.

    2. Generación “80‑2000” (o quienes crecieron entre esos años)

    Aquí incluyo quienes nacieron entre mediados de los 60 hasta finales de los 80, cuya juventud y adultez transcurrió justo en ese período de gran transformación. Muchas veces esta generación se corresponde con lo que en sociología se llamaría Generación X + Millennials iniciales.

    2.1 Contexto histórico y experiencias

    Para esta generación, la digitalización dejó de ser promesa y se volvió realidad. Vieron surgir computadoras personales, los primeros videojuegos, el internet básico, los celulares. Vieron colapsar regímenes autoritarios, florecer democracias, y también crisis económicas globales (como la de finales de los 80, de 1998-2001 en varios países latinoamericanos).

    Vieron cómo las fronteras culturales se diluían gracias a los medios masivos (televisión por cable, MTV, satélite), y cómo las culturas globales (música, cine, moda) influían localmente.

    Vivieron la transición del mundo impreso al digital: periódicos, revistas, enciclopedias pasaron a competir con Internet.

    También experimentaron los primeros debates ecológicos, feminismos más visibles, derechos de minorías, temas de diversidad sexual, y la emergencia de discursos posmodernos.

    2.2 Concepción de vida y valores dominantes

    Aquí la fórmula ya no es tan lineal. Hay una tensión entre tradición y novedad. Muchos crecieron escuchando el modelo del padre (trabajo estable, casa propia), pero quedaron expuestos a alternativas: flexibilidad, emprendimiento, migraciones, vocaciones menos tradicionales.

    La noción de éxito empieza a diversificarse: no solo ingresos, sino autorrealización, reconocimiento simbólico, experiencias. Se valora el “trabajo con sentido”. Y nace la idea de que “uno puede cambiar de rumbo”.

    La autonomía personal gana terreno: elegir pareja, cambiar carrera, reinsertarse en distintos campos. Menos fe en normas universales, más en proyectos individuales.

    La incertidumbre se convierte en compañera. Los jóvenes saben que el mañana es menos seguro que para generaciones anteriores.

    2.3 Sociabilidad y relaciones

    La sociabilidad adquiere capas híbridas: presencial y virtual. Nacen los primeros chats, foros, redes sociales básicas, messenger, correo electrónico. Se mezclan las relaciones físicas con las digitales.

    El círculo de amigos se expande geográficamente. No más solo barrio, sino “amigos de internet”, compañeros de otros países.

    El yo empieza a tener marca: apariencias, identidad digital, consumo simbólico. Las amistades pueden medirse en “cuántos seguidores” o “cuántas interacciones”.

    El afecto se vuelve parcialmente mediado por pantallas: textos, mensajes, videollamadas. Pero también hay nostalgia de lo presencial.

    La lealtad se debilita: es más fácil cortar un vínculo, cambiar de grupo, migrar socialmente. Las redes afectivas son menos sólidas pero más extensas.

    2.4 Ciencia, tecnología y conocimiento

    Este grupo es puente: muchos no nacieron con internet, pero lo adoptaron pronto. Son “inmigrantes digitales” (aunque jóvenes), no “nativos”.

    Tienen familiaridad con el ordenador, navegadores web, el mundo online. Ven que el conocimiento se hace accesible: Wikipedia, bases de datos, buscadores.

    Pero también empiezan las críticas: la ciencia ya no es un templo sin cuestionamientos. Surgen teorías conspirativas, posturas escépticas, movimientos anti‑vacunas en pequeños sectores, debates sobre ética científica.

    Asumen que el conocimiento no es vertical: se puede acceder, discutir, cuestionar. Los gurús científicos ya no están solo en universidades, también en redes.

    La educación empieza a cambiar: métodos más participativos, acceso digital, contenidos mixtos. Pero las universidades tradicionales siguen siendo referencia.

    2.5 Nutrición, salud y cuerpo

    Esta generación fue la precursora del boom wellness. Comienzan las revistas de fitness, los gimnasios se multiplican, las dietas ganan espacio en medios de comunicación. Surge una cultura estética: cuerpos delgados, tonificados, “bien presentados”.

    Empiezan a popularizarse alimentos light, dietas bajas en grasa, “sin azúcar”, suplementos. Se difunden también las primeras dietas vegetarianas/veganas modernas. Pero no todos tienen acceso o convicción.

    La salud gana un componente preventivo: chequeos regulares, control de peso, análisis, conciencia de colesterol, presión. También emergen movimientos de salud integral (mente-cuerpo).

    Empero, muchos heredan hábitos de consumo anteriores: comidas rápidas, refrescos, grasas saturadas. El choque entre tradición alimentaria y nuevas tendencias es constante.

    El estrés, burnout, ansiedad empiezan a manifestarse, aunque no siempre con reconocimiento público. Las dolencias psicosomáticas se hacen más comunes.

    2.6 Estudio, trabajo y economía

    La educación se masifica: más personas acceden a la universidad, incluso fuera de las élites. Las carreras técnicas, terciarias, cursos especializados proliferan. Ya no es suficiente tener título: hay que reinventarse.

    El trabajo pasa de ser “para siempre” a algo más móvil. Los despidos globales, las reestructuraciones, las crisis financieras obligan a cambiar de empleo, sector, a veces ciudad.

    Nacen nuevas formas: freelance, consultoría, emprendedurismo. Se valoran habilidades blandas, proyectos personales, redes de contacto.

    La precariedad surge como norma para muchos: contratos temporales, subempleo, trabajos múltiples, ingresos inestables. La seguridad laboral se vuelve un lujo.

    También crecen las expectativas de balance vida‑trabajo: no todo el tiempo invertido debe ser trabajo, hay que tener tiempo para ocio, familia, realización personal. Esa aspiración choca muchas veces con exigencias del mercado.

    En países con crisis económicas, esta generación vive desilusión: buenos estudios, gran deuda, pocos empleos dignos. Muchos emigran o migran internamente. Algunos optan por “trabajos informales” o economías sumergidas.

    2.7 Legado y contradicciones

    Legados:

    • Rompieron muchos moldes: diversidad sexual más visible, cuestionamiento de géneros tradicionales, derechos humanos más extendidos.
    • Transición digital consolidada: crearon la infraestructura social (redes, empresas tecnológicas) sobre la que viven las generaciones posteriores.
    • Cultura crítica: enseñar que se puede dudar, cuestionar lo dado, reinventar el propio camino.
    • Salud preventiva: empezaron a instalarse ideas de cuidado, bienestar, nutrición como parte de la vida.
    • Nuevos modelos laborales: emprendimientos, economía de proyectos, trabajo remoto inicial.

    Tensiones:

    • Ansiedad y burnout como herencia: obligación de reinventarse permanentemente.
    • Fracaso de expectativas: muchos profesionales terminan subempleados o en otros campos distintos de su formación.
    • Dualidad de identidad: jóvenes que no se identifican con valores “viejos” ni completamente con los nuevos.
    • Ruptura de estructuras sociales sólidas: comunidad, vecindad, instituciones locales decaen ante la movilidad.
    • Saturación de estímulos: la digitalización puede generar alienación, sobrecarga informativa, aislamiento real.

    3. Generación “2000 en adelante” (nacidos desde 2000 hasta hoy)

    Aquí me refiero a quienes crecieron ya en un mundo digitalizado, con internet ubicuo, smartphones desde niños o adolescentes, redes sociales plenamente establecidas.

    3.1 Contexto histórico y experiencias

    Para ellos nunca hubo un mundo sin internet. Nacieron ya con pantallas, wi-fi, redes sociales, streaming, smartphones. Son los verdaderos “nativos digitales”.

    Vivieron crisis globales temprano: crisis financiera de 2008, pandemias (Covid‑19), colapsos ambientales, guerras globales mediáticas, cambio climático. Están conscientes de que el planeta es más frágil.

    Tienen acceso casi inmediato a información de todo tipo. La frontera entre local y global se difumina: pueden ver realidades lejanas con un clic, involucrarse en causas que están del otro lado del mundo.

    Su mundo es de alta velocidad: noticias instantáneas, cultura viral, cambios rápidos. Ya no “esperan” innovación; la innovación los espera a ellos.

    3.2 Concepción de vida y valores predominantes

    Para esta generación, la vida no es un camino recto sino algo modular: etapas, pausas, giros, múltiples carreras. No se espera que algo dure toda la vida. Se prioriza propósito, autenticidad, impacto.

    Se rechaza lo “tradicional” cuando no tiene sentido propio. Muchos optan por identidades fluidas, causas sociales, activismo digital, formas de vida disruptivas (nómadas digitales, trabajo remoto, vida minimalista).

    El éxito es multifacético: no solo ingresos, sino calidad de vida, alineamiento con valores, reconocimiento simbólico.

    La incertidumbre no es anómala, es condición normal. Muchos aceptan trabajar con lo que queda, adaptarse, pivotear.

    La expresión personal es vital: redes sociales, marca personal, creatividad. El “yo” como proyecto se convirtió en norma.

    3.3 Sociabilidad y vínculos

    Vínculos líquidos y mediáticos: muchas relaciones comienzan, viven y terminan en redes. Las fronteras físicas pesan menos. Amigos o parejas pueden estar en otro país.

    La conexión es constante: chat, streaming, contenido, historias, redes. Pero eso no siempre equivale a cercanía real. Surge el aislamiento paradojal: mucho contacto digital, poca profundidad.

    Los afectos se gestan también en “likes”, “stories”, “memes”, “threads”. Validación externa tiene fuerte peso.

    La movilidad geográfica, social y virtual es natural. Cambiar de ciudad o país ya no es trauma sino opción.

    Pero también hay nostalgia de lo analógico, de lo presencial, de la experiencia no mediada.

    3.4 Ciencia, tecnología y conocimiento

    Esta generación nació con la confianza de que la ciencia es parte del mundo. Pero también crece con la desconfianza: discursos pseudocientíficos, teorías conspirativas y fake news compiten con la ciencia legítima.

    El acceso al conocimiento es masivo: cursos online, plataformas educativas, tutoriales, YouTube, MOOCs. La universidad tradicional compite con opciones abiertas.

    Aprenden rápido, pero también con dispersión. La atención fragmentada es un desafío: muchos trabajos académicos notan que la generación Z tiene dificultades para lecturas largas o concentración profunda. arXiv

    La investigación ciudadana, el activismo digital y la ciencia social aumentan: muchos jóvenes participan en ciencia abierta, crowdsourcing, proyectos colaborativos.

    La ética científica se vuelve tema frecuente: bioética, datos, privacidad, IA, algoritmos. Están inmersos en debates sobre tecnologías disruptivas (IA, biotecnología, edición genética).

    3.5 Nutrición, salud y cuerpo

    La salud es integral: cuerpo, mente, emociones. El bienestar mental — ansiedad, depresión, terapia, mindfulness — es una preocupación legítima y pública.

    La nutrición es cuidada, pero también mediada por redes sociales: dietas virales, retos detox, influencers de salud, que pueden generar sobreinformación, modas peligrosas, dietas milagrosas.

    El movimiento fitness y wellness está altamente profesionalizado: apps de ejercicio, wearables, seguimiento personal, nutricionistas virtuales.

    Se prioriza la prevención: chequeos regulares, controles de sueño, apps de salud, monitoreo de datos biométricos. Pero también hay tensión: mucha exposición digital, sedentarismo, pantalla versus movimiento.

    El cuerpo es también cultura: imagen, estética, estándares visuales. La presión estética y comparativa es alta. Muchos jóvenes experimentan dismorfia, trastornos alimenticios, presión estética de redes.

    3.6 Estudio, trabajo y economía

    El estudio formal es una opción, no la única. Muchos jóvenes optan por formación autodidacta, bootcamps, cursos online, redes de aprendizaje. La curva de aprendizaje puede ser vertical y no lineal.

    El trabajo ideal es remoto, flexible, basado en proyectos, con propósito. La generación busca romper con la rígida jornada de 9 a 5. Quieren equilibrio, libertad geográfica, sentido.

    El empleo “clásico” se vuelve menos atractivo: muchas empresas las atrapan con contratos temporales, empleo de plataformas (apps, economía gig). La inseguridad laboral es la regla. Muchos serán “multicaras”: diversifican fuentes de ingreso.

    La competencia es feroz: con automatización, IA, globalización. Muchos trabajos que existían ya no serán útiles en 20 años. Esta generación debe reentrenarse continuamente.

    También adoptan el emprendimiento temprano: microemprendimientos digitales, creador de contenido, freelancing, startups. No aspiran tanto a escalar como a vivir de lo que les gusta.

    Financieramente, muchos empiezan en deuda: educación, consumo, vivienda inaccesible. La generación descubre que los caminos tradicionales (propiedad, jubilación garantizada) son menos seguros.

    3.7 Legado emergente y paradojas

    Legados potenciales:

    • Reinvención radical de lo social: nuevas formas de comunidad, de vínculo, de solidaridad interconectada.
    • Democracia digital: activismo, participación directa, visibilidad de temas sociales antes marginados.
    • Ética tecnológica crítica: cuestionamiento de algoritmos, privacidad, IA, biotecnología.
    • Salud mental como bandera: visibilización de la salud psicológica como parte esencial del bienestar.
    • Educación descentralizada: formatos nuevos, conocimiento abierto, aprendizaje continuo.

    Paradojas / tensiones:

    • Saturación informativa y burnout digital: sobreexposición lleva a fatiga cognitiva.
    • La ilusión de libertad vs. precariedad real: la flexibilidad puede significar inseguridad.
    • Comparación constante y presión estética: vivir a través de comparación digital.
    • Fragmentación comunitaria: vínculos más amplios pero menos profundos.
    • Riesgo de polarización y desinformación: la ciencia convive con las pseudociencias.

    4. Comparaciones lado a lado: valores, actitudes y tensiones

    DimensiónGeneración 60‑80Generación 80‑2000Generación 2000+
    Idea de progreso / vidaLineal, estable, orientada al deberMixta: ciertas certezas, pero apertura al cambioNo lineal, modular, propósito sobre seguridad
    SociabilidadPresencial, local, densaMixta: presencial + digital emergenteDigital + presencial, vínculos líquidos
    Autoridad del conocimientoAlta: profesor, ciencia institucionalSe cuestiona: emerge críticaFluido: ciencia y pseudociencia compiten
    Nutrición / saludTradicional, preventiva mínimaCuidado creciente, estética, fitnessSalud integral, mente-cuerpo, vigilancia
    Trabajo y estudioEstabilidad, carrera única, título como seguroFlexibilidad creciente, emprender, cambio de rumboProyectos múltiples, aprendizaje constante, precariedad
    TecnologíaIntroducida durante su vidaAdoptada, puente digitalNacidos en ella, expectativa de innovación constante

  • José de San Martín y su vida amorosa

    José de San Martín y su vida amorosa

    Un vistazo a las relaciones del Libertador de América

    Primer amor en España

    José de San Martín, conocido como el Libertador de América, tuvo una vida amorosa que, aunque menos conocida, fue llena de ternura y pasión. Su primer gran amor surgió durante su estancia en España. A los 22 años, San Martín se enamoró de una joven noble española, cuyo nombre se ha perdido en la historia. Esta relación, aunque intensa, terminó debido a las obligaciones militares de San Martín.

    El amor con Remedios de Escalada

    El capítulo más significativo y conocido de la vida amorosa de San Martín fue su matrimonio con María de los Remedios de Escalada, una joven porteña de una familia noble argentina. Se conocieron en Buenos Aires, y el 12 de septiembre de 1812, a la edad de 34 años, San Martín contrajo matrimonio con Remedios, quien tenía solo 14 años. Esta unión fue un pilar de apoyo emocional para San Martín durante sus campañas libertadoras.

    Un matrimonio en tiempos de guerra

    A pesar de las dificultades y la distancia impuesta por las campañas militares, el amor entre San Martín y Remedios perduró. En 1814, nació su única hija, Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada. La familia se estableció en Mendoza, donde Remedios jugó un papel fundamental en apoyo a la causa independentista, organizando tertulias y colaborando con otras mujeres en la confección de uniformes y banderas.

    El deterioro de la salud de Remedios

    Las campañas militares de San Martín lo mantuvieron alejado de su esposa por largos periodos. Durante su ausencia, la salud de Remedios comenzó a deteriorarse. Sufría de una afección pulmonar que, sumada a la presión y la angustia de la guerra, debilitó su estado físico. Remedios falleció el 3 de agosto de 1823, a la edad de 25 años. Esta pérdida fue un golpe devastador para San Martín, quien se encontraba en Europa en ese momento.

    Vida en el exilio

    Después de la muerte de Remedios, San Martín decidió trasladarse a Europa con su hija Mercedes. Se establecieron en Bruselas y luego en París. Durante estos años, San Martín mantuvo una vida discreta y centrada en el bienestar y la educación de su hija. No se conocen detalles específicos sobre otras relaciones sentimentales durante este periodo, lo que sugiere que su dedicación a la memoria de Remedios y a su hija fue prioritaria.

    La relación con Rosa Campuzano

    Un aspecto menos conocido pero interesante de la vida amorosa de San Martín es su relación con Rosa Campuzano, una mujer peruana de la alta sociedad y ferviente patriota. Se conocieron en Lima, y Rosa se convirtió en una colaboradora cercana y aliada en sus planes libertadores. Aunque la naturaleza exacta de su relación no está completamente documentada, se sabe que compartieron una amistad profunda y un respeto mutuo.

    Una aliada en la causa

    Rosa Campuzano desempeñó un papel significativo en las actividades políticas y militares de San Martín en Perú. Utilizó sus conexiones sociales para reunir información y apoyar la causa independentista. Su relación con San Martín, aunque no oficializada, muestra la importancia de las mujeres en la vida de líderes políticos y militares, no solo como compañeras sino también como colaboradoras activas en la lucha por la independencia.

    Legado amoroso y familiar

    La vida amorosa de José de San Martín refleja las complejidades y sacrificios de un hombre dedicado a la causa de la independencia latinoamericana. Sus relaciones estuvieron marcadas por la distancia y las responsabilidades militares, pero también por un profundo amor y respeto hacia las mujeres que lo acompañaron en su viaje. La figura de Remedios de Escalada permanece como un símbolo de apoyo incondicional, mientras que su hija Mercedes continuó su legado, preservando la memoria y los valores de su padre.

    En conclusión, la vida amorosa de San Martín, aunque entrelazada con sus deberes patrióticos, revela a un hombre capaz de grandes afectos y compromisos personales. Su historia personal, al igual que sus hazañas militares, sigue siendo una fuente de inspiración y admiración, reflejando la humanidad detrás del héroe nacional.

  • Orígenes estelares: Los bloques de construcción de la vida antes de la Tierra

    Orígenes estelares: Los bloques de construcción de la vida antes de la Tierra

    Nuevas investigaciones sugieren que el ácido carmámico, un aminoácido básico, podría haberse originado en hielo interestelar, lo que indica que los bloques de construcción de la vida son anteriores a la Tierra y posiblemente fueron entregados a través de meteoritos.

    Mientras que la vida en la Tierra es relativamente nueva, geológicamente hablando, los ingredientes que se combinaron para formarla podrían ser mucho más viejos de lo que una vez se pensaba.

    Según una investigación publicada el 29 de noviembre en la revista ACS Central Science, el aminoácido más simple, el ácido carmámico, podría haberse formado junto a estrellas o planetas dentro de hielo interestelar. Los hallazgos podrían ser utilizados para entrenar instrumentos del espacio profundo como el Telescopio Espacial James Webb para buscar moléculas prebióticas en regiones distantes y formadas por estrellas del universo.

    Teorías de la formación de los Aminoácidos

    Durante mucho tiempo se ha visto hipotética que uno de los bloques de construcción para la vida, los aminoácidos, podría haberse formado durante las reacciones en la sopa priprimordial de la Tierra prebiótica temprana.

    Sin embargo, otra teoría sugiere que los aminoácidos podrían haber sido llevados a la superficie de la Tierra por meteoritos.

    Estas rocas espaciales podrían haber recogido las moléculas del polvo o del hielo interestelarales. El agua y otros gases congelados por las frías temperaturas del espacio exterior. Pero debido a que los meteoritos vinieron de lejos en el universo, los científicos se quedan preguntándose, dónde se formaron estas moléculas, y cuándo?

    Para ayudar a responder a estas preguntas, Ralf Kaiser, Agnes Chang y sus colegas querían investigar las reacciones químicas que podrían haber tenido lugar en hielo interestelares que alguna vez existieron cerca de estrellas y planetas recién formados.

    El equipo creó el modelo de hielo interestelar que contenía amoníaco y dióxido de carbono, que fueron depositados en un sustrato de plata y se calentaron lentamente.

    Utilizando la espectroscopia infrarroja de transformación de Fourier, encontraron que el ácido carbámico y el carbamato de amonio comenzaron a formarse a -348 oF y -389 y 39 Kelvin, respectivamente.

    Estas bajas temperaturas demuestran que estas moléculas -que pueden convertirse en aminoácidos más complejos- podrían haberse formado durante las primeras etapas más frías de la formación estelar.

    Además, los investigadores descubrieron que a temperaturas más cálidas, similares a las producidas por una estrella recién formada, dos moléculas de ácido carámica podrían unirse, haciendo un gas estable.

    El equipo hipotecó que estas moléculas podrían haber sido incorporadas a las materias primas de los sistemas solares incluyendo la nuestra y luego entregada a la Tierra temprana por cometas o meteoritos una vez que el planeta se formó.

    Esperan que este trabajo informe a futuros estudios que utilizan potentes telescopios para buscar evidencias de moléculas prebióticas en los confines del espacio.

    Referencia: “Thermal Synthesis of Carbamic Acid and Its Dimer in Interstellar Ices: A Reservoir of Interstellar Amino Acids” by Joshua H. Marks, Jia Wang, Bing-Jian Sun, Mason McAnally, Andrew M. Turner, Agnes H.-H. Chang and Ralf I. Kaiser, 29 November 2023, ACS Central Science.
    DOI: 10.1021/acscentsci.3c01108

  • Copilot para Windows 11

    Copilot para Windows 11

    La Inteligencia artificial llega al sistema operativos, y listo para que todos los usuarios puedan hacer uso de la herramienta.

    ¡Sí! Copilot puede ayudarte en Windows 11. Microsoft ha lanzado Copilot como parte de la actualización más reciente de Windows 11.

    Esta herramienta, similar a la IA con la que puedes interactuar en la búsqueda de Bing, ofrece características específicas de Windows, como el lanzamiento de aplicaciones o la gestión de capturas de pantalla.

    Para utilizar Copilot en Windows 11, asegúrate de estar ejecutando la versión más reciente de Windows 11. 

    Luego, puedes iniciar Copilot haciendo clic en el botón Copilot en la barra de tareas o presionando Win + C en el teclado.

    Una vez que hayas iniciado Copilot, puedes utilizarlo para realizar diversas tareas en Windows 11. 

    Por ejemplo, puedes escribir “activar modo oscuro” para cambiar al modo oscuro de Windows, “abrir Configuración de Windows” para abrir el panel de Configuración principal o “iniciar Explorador de archivos” para empezar a explorar los archivos de tu PC. 

    Ten en cuenta que esta versión de Copilot todavía se encuentra en fase de vista previa y no puede realizar todas las tareas por ti.

    Copilot y Office 365

    Copilot en Office 365

    Copilot puede ayudarte en Office 365.

    Microsoft Copilot combina el poder de los grandes modelos de lenguaje (LLM) con los datos de tu organización para convertir tus palabras en una de las herramientas de productividad más poderosas del planeta.

    Funciona junto con aplicaciones populares de Microsoft 365 como Word, Excel, PowerPoint, Outlook, Teams, etc.

    Microsoft 365 Copilot proporciona asistencia inteligente en tiempo real, lo que permite a los usuarios mejorar su creatividad, productividad y aptitudes.

    Copilot en Word, PowerPoint, Excel,OneNote y Outlook te ayudará a ser más productivo, a empezar tus documentos y presentaciones más rápidamente y a obtener rápidamente información de tus datos o correos electrónicos.

    Además, este asistente de escritura con tecnología de IA te ayuda con la ortografía y la gramática, la claridad y la legibilidad.

    Para utilizar Copilot en Office 365, asegúrate de estar ejecutando la versión más reciente de Office 365. Luego, puedes iniciar Copilot haciendo clic en el botón Copilot en la barra de herramientas o presionando Win + C en el teclado.

    Copilot en Word

    Supongamos que estás escribiendo un informe y necesitas agregar una tabla.

    En lugar de crear la tabla manualmente, puedes pedirle a Copilot que lo haga por ti. Simplemente escribe “crear tabla” y Copilot generará una tabla con el número de filas y columnas que especifiques.

    Luego, puedes personalizar la tabla según tus necesidades.

    Además, Copilot también puede ayudarte a escribir oraciones completas y sugerir palabras para completar tus pensamientos. Por ejemplo, si escribes “La reunión se llevará a cabo el”, Copilot puede sugerir “próximo martes a las 10 a.m.”.

    Copilot en Excel

    Copilot con Excel

    Aquí hay un ejemplo de cómo Copilot puede ayudarte en Excel:

    Supongamos que estás trabajando en una hoja de cálculo y necesitas crear una tabla dinámica.

    En lugar de crear la tabla manualmente, puedes pedirle a Copilot que lo haga por ti. Simplemente escribe “crear tabla dinámica” y Copilot generará una tabla dinámica con los datos seleccionados.

    Luego, puedes personalizar la tabla según tus necesidades.

    Además, Copilot también puede ayudarte a escribir fórmulas y completar tus pensamientos. Por ejemplo, si escribes “=SUMA(”, Copilot puede sugerir “rango” para que puedas seleccionar el rango de celdas que deseas sumar.