Cancún, situado en Quintana Roo en la costa noreste de la península de Yucatán en México, aparece en esta imagen capturada por la misión Copernicus Sentinel-2.
La ubicación de Cancún en el Mar Caribe, el clima tropical y la cadena de playas han hecho de la ciudad y la Riviera Maya al sur de Cancún uno de los principales destinos turísticos de México.
En esta imagen, capturada el 16 de abril de 2021, se puede ver la ciudad en la esquina inferior derecha, envuelta en nubes.
El Aeropuerto Internacional de Cancún, el segundo aeropuerto más transitado de México, se encuentra a unos 20 km al sur de la ciudad.
La zona turística de la isla de Cancún, visible frente a la costa, tiene la forma del número siete y mide unos 22 km de longitud.
La isla está separada de la ciudad por la laguna Nichupté, pero está unida por dos calzadas en cada extremo.
La mayor parte de la industria turística se centra en la isla de Cancún con sus playas caribeñas.
La Isla de las Mujeres es visible justo al norte de la isla de Cancún y es más famosa por sus playas y esnórquel.
Isla Contoy, visible en la parte superior derecha de la imagen, es considerada uno de los lugares de anidación de aves marinas más importantes del Caribe mexicano con más de 150 especies de aves.
Quintana Roo cubre un área de alrededor de 42,000 km2 y alberga varias áreas protegidas, incluida la Reserva Ecológica El Edén, ubicada a 50 km al noroeste de Cancún, y el Área Protegida de Flora y Fauna Yum Balam, ubicada en el norte del estado. Abarcando más de 150.000 hectáreas, Yum Balam es el hogar de varias especies en peligro de extinción, incluidos jaguares, cocodrilos y monos.
El color del agua en la imagen varía de verde esmeralda a turquesa debido a las cambiantes profundidades del agua a lo largo de la costa, la turbidez y las diferencias en el fondo del océano, desde arena hasta algas marinas y áreas rocosas.
Con sus 13 canales espectrales, el nuevo generador de imágenes de Copernicus Sentinel-2 puede capturar parámetros de calidad del agua como la concentración de clorofila en la superficie, detectar floraciones de algas nocivas y medir la turbidez (o claridad del agua), dando una indicación clara de los niveles de salud y contaminación.